Las 4 Estaciones
P Bueno Lara 1924-1998
PRIMAVERA
Canta el agua en la ribera
con temprana juventud;
viste blanco y azul
cual fresca tonadillera.
El sol luce de bandera
entre nubes juguetonas.
En el campo el trigo asoma
y las flores del tomillo.
Por el cielo, pajaritos
entre las blancas palomas.
VERANO
Amarillos los trigales.
Muerta está ya la amapola.
Caliente sale la aurora.
Mudos van los manantiales
y sedientos los canales.
Marchitas están las flores.
Sudando los segadores,
tapáos de mies y sombreros.
Seco está el abrevadero
y en las eras las labores.
OTOÑO
Persigue el viento a las hojas
que arranca de las encinas.
Lloviendo está en la colina.
El agua a la tierra esponja.
El tomillo se despoja
de sus frágiles semillas.
De barro mancha a la orilla
la ensenegada ribera.
Y las frondosas choperas
tiran hojas amarillas.
INVIERNO
Triste el sol sale en la aurora.
Helada cruza la luna.
Caladera está la bruma.
La noche aumenta las horas.
Lobos hambrientos moran.
Tétrico está el monasterio
entre sombras de misterios.
La nieve inunda los valles.
Solitarias van las calles
igual que en los cementerios.
P Bueno Lara 1924-1998
PRIMAVERA
Canta el agua en la ribera
con temprana juventud;
viste blanco y azul
cual fresca tonadillera.
El sol luce de bandera
entre nubes juguetonas.
En el campo el trigo asoma
y las flores del tomillo.
Por el cielo, pajaritos
entre las blancas palomas.
VERANO
Amarillos los trigales.
Muerta está ya la amapola.
Caliente sale la aurora.
Mudos van los manantiales
y sedientos los canales.
Marchitas están las flores.
Sudando los segadores,
tapáos de mies y sombreros.
Seco está el abrevadero
y en las eras las labores.
OTOÑO
Persigue el viento a las hojas
que arranca de las encinas.
Lloviendo está en la colina.
El agua a la tierra esponja.
El tomillo se despoja
de sus frágiles semillas.
De barro mancha a la orilla
la ensenegada ribera.
Y las frondosas choperas
tiran hojas amarillas.
INVIERNO
Triste el sol sale en la aurora.
Helada cruza la luna.
Caladera está la bruma.
La noche aumenta las horas.
Lobos hambrientos moran.
Tétrico está el monasterio
entre sombras de misterios.
La nieve inunda los valles.
Solitarias van las calles
igual que en los cementerios.
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