Soneto Campero
P. Bueno Lara 1924-1998
Aún estoy embriagado del romero;
aún siento las caricias del tomillo;
oigo, aún, el balar del corderillo
mezclado con los trinos del jilguero.
Aún oigo las campanas de aquel templo,
envueltas en campero fandanguillo,
que, entre los mugidos de un novillo,
cantara un pastor al mismo tiempo.
Aún recuerdo al castaño y las encinas;
y al olmo presidiendo aquel lugar
que buscara mi holganza en la colina.
Aún recuerdo el correr del arroyuelo;
y a las mozas debajo del nogal
esperando el llegar de los muleros.
P. Bueno Lara 1924-1998
Aún estoy embriagado del romero;
aún siento las caricias del tomillo;
oigo, aún, el balar del corderillo
mezclado con los trinos del jilguero.
Aún oigo las campanas de aquel templo,
envueltas en campero fandanguillo,
que, entre los mugidos de un novillo,
cantara un pastor al mismo tiempo.
Aún recuerdo al castaño y las encinas;
y al olmo presidiendo aquel lugar
que buscara mi holganza en la colina.
Aún recuerdo el correr del arroyuelo;
y a las mozas debajo del nogal
esperando el llegar de los muleros.
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